sábado, 8 de octubre de 2016



EDUCAR SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES, ES


 POSIBLE

La educación de los hijos está llena de buenos y malos momentos. La vida misma
En estos últimos años asistimos, en lo que a tema de educación familiar se refiere, a una progresiva desvalorización de la tarea educativa que ejercen los padres ( los padres ahora no saben educar, la culpa la tienen los padres,etc.) y a la generalización de la idea de que educar es una tarea muy difícil y compleja para la que nadie te prepara.
Los hijos no vienen con un manual de instrucciones y ni falta que les hace. Las lavadoras sí. Educar es  una actividad llena de cotidianos retos y que, como no me canso de repetir, no da resultados inmediatos. Es más, en muchos momentos la tarea de educar está llena de sinsabores, tensión y sufrimiento. Esto es así y no tiene remedio y lo mejor es que padres y madres aborden con realismo esta apasionante tarea de educar.
Educar es un regalo y los regalos se dan con una sonrisa. Los padres necesitamos, hoy más que nunca, creer, favorecer y desarrollar un modelopositivo de la educación.
Qué hace falta para desarrollar este modelo positivo de la educación:
1.- Aceptar que la tarea de educar es como la vida misma un camino que se construye al andar, y esto ya lo dijo Antonio Machado.
2.- Sentir satisfacción por realizar la tara de educar a pesar de los pesares. Satisfecho por no tirar la toalla en los momentos difíciles. Educar no es construir un hijo modélico, educar es darle a nuestros hijos las piezas necesarias para que él mismo se vaya construyendo como persona. Esto puede durar más de 20 años así que no tengas prisas.
3.- Educar hijos necesariamente conlleva dedicar tiempo a los hijos. A los hijos no se les puede educar sin dedicarles tiempo, no se educa a distancia. Tiempo necesario y es verdad que ese tiempo hay que restarlo de “nuestro” tiempo. El tiempo de educar tiene su fecha de caducidad por eso hay que aprovecharlo bien. Nuestros hijos se convierten en adultos a golpe de calendario y el tiempo pasado no vuelve nunca.
3.- Para sentirte bien como padre o madre el único requisito es que valores lo que TÚ haces como padre o como madre por tus hijos, y lo que no podemos hacer es vivirles la vida, esa es su responsabilidad.
4.- Enséñales que respecto al pasado lo mejor es sentir gratitud  y si las cosas fueron regular o mal, perdón. El pasado no puede ser una mochila con una piedra que lastre el resto de nuestra vida. Enséñales que hay que saborear el presente, vivirlo con atención, con intensidad (mi mejor paisaje el último que vi y mi mejor vino el último que bebí, eso me lo enseñó mi padre) y, por último, enséñales que el futuro hay que abordarlo con optimismo y esperanza.
5.- Educar es un compromiso con nuestros hijos y en ese compromiso lo asumimos con ganas, disfrutamos unas veces más y otras menos, por cumplir nuestra responsabilidad. Esa es la manera en la que se enseña lo que significa compromiso y responsabilidad. Y si estás comprometido con la educación de tus hijos, eso es para estar contento y satisfecho contigo.
5.- El sentido de la educación va por barrios, pero cuando los padres se sienten competentes como educadores esto nos ayuda a ver que el sentido de la educación, como el sentido de la vida, es algo que se cocina a diario, poco a poco, en tu casa, en tu trabajo, con los amigos. El sentido de la vida vive en las cosas cotidiana, en la educación de los hijos también.
¿Que hay dificultades? Muchísimas. Dificultades y complicaciones que conviven con las satisfacciones y los buenos momentos. La vida misma.
Que tus hijos te escuchen lo satisfecho que estás con tu tarea. Que tus hijos vean en ti un modelo respecto a cómo afrontar lo que la vida cotidiana nos depara. Ese es un modelo positivo de la educación, y para hacer esto no hace falta manual de instrucciones solo hace falta que confíes en tu capacidad para educar.

fuente:  Blog de Escuela de padres por Carlos Pajuelo;  de el periódico HOY 


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